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LA MASA
1 y 1/2 taza de harina
1 taza de azúcar
1 cucharada de polvo de hornear
1/2 cucharadita de té de bicarbonato de sodio
1/3 de taza de cacao amargo
150 g de manteca
2 huevos
2/3 de taza de crema
Extracto de vainilla
Enmantecar y enharinar dos moldes iguales.
Colocarlos en la heladera hasta utilizar.
Procesar la harina, el azúcar, el polvo de hornear, el bicarbonato, el cacao, y la manteca hasta formar un arenado.
Luego agregarle los huevos, la crema y el extracto de vainilla y seguir procesando de a poco hasta que se terminen de
unir todos los ingredientes.
Colocar la mitad de la preparación en cada molde previamente enharinado y enmantecado.
Cocinar en un horno a 180 grados por 25/35 minutos. Retirar del horno y dejar enfriar bien.
Lo mejor es cocinar la masa el día anterior para que se enfríe bien y se asienten bien los sabores.
EL RELLENO
200 g de chocolate
70g de manteca
2 y 1/2 tazas de azúcar impalpable
1 cucharada de kero
1/2 taza crema
Extracto de vainilla
Derretir el chocolate con la manteca a bañomaría, cuidando que el bol donde se encuentra el chocolate no entre en contacto
con el agua, para evitar que aquel se queme. Agregarle el kero y mezclar bien, luego incorporar la crema en dos partes e integrar
muy bien toda la preparación.
Por último, añadir la esencia de vainilla y el azúcar impalpable.
Volver a mezclar hasta obtener una preparación lisa.
Pasar a un bol fío y colocar en la heladera por 30/40 minutos hasta que tome una consistencia más cremosa.
Una vez que cambió de textura y la preparación está más espesa, untar uno de los bizcochuelos cubriendo muy bien la base.
Por encima, colocar el bizcochuelo restante y cubrir el mismo con más salsa de chocolate hasta que quede bien pareja la
superficie, no untar los bordes para que quede más rústica la presentación de esta torta.
Ahora ya está lista para cortarla en porciones y servirla acompañada de un rico café.
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