LA MASA
4 y 1/2 tazas de harina
1 cucharada de sal
2 cucharadas de bicarbonato de sodio
2 tazas de yogurt natural
2 huevos
50 g de manteca
1 taza de ricota
Colocar en un bol bien grande la harina y, por los bordes de la misma, la sal y el bicarbonato.
Hacer un hueco en el centro y allí poner el yogurt, los huevos, la manteca derretida y la ricota.
De a poco, comenzar a incorporar toda la preparación y cuando todo ya esté casi mezclado, pasar la masa a la mesada y
seguir amasando.
En caso de que sea necesario, ir espolvoreando con harina y amasar hasta que la masa quede lisa y compacta.
Dejar descansar por media hora, tapada con un repasador y con harina por debajo y arriba.
EL RELLENO
1 taza de queso feta
2 pulpetas
1 huevo
En otro bol mezclar el queso feta bien desmenuzado, con las pulpetas cortadas en cubos pequeños y el huevo
Dividir la masa en 2 ó 3 partes y estirar un poco, dejando los bordes un poco más altos para que luego el relleno no se
disperse.
En el centro, colocar el relleno con cuidado y luego cerrar la masa como un paquete y darle la forma deseada (redonda,
ovalada) sin que se rompa o abra, para evitar que la mezcla del interior se salga o que el queso se queme en el horno. Colocar
en una placa para horno aceitada y cocinar en un horno a 180 grados durante una hora o hasta que al introducir un palillo
éste salga limpio.
Dejar reposar antes de cortar.
Este pan se puede comer tibio porque contiene quesos.
De esa manera, resultará más rico y presentará una buena textura.
Como entrada se sirve tibio con espinacas salteadas o verduras grilladas.
Si se enfría demasiado, el pan se puede calentar entero. También se puede cortar con un cuchillo serrucho en rebanadas
finas y tostarlas en el horno hasta que estén crocantes.
Estas tostadas se sirven con una feta de jamón crudo o de pastrón y una salsa de mostaza y pepinitos.
El queso feta, uno de los quesos más antiguos del mundo, es una variedad que se comenzó a preparar en Grecia. Hasta no hace
mucho no era fácil encontrarlo en nuestro país. Es un queso blando y salado. Hay de dos tipos; de leche de oveja, más suave,
y otro de leche de oveja y de cabra, más fuerte. Se puede comprar en los supermercados y en queserías que ofrecen una amplia
gama de productos.
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