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INGREDIENTES:
Para la masa:
500 g de harina
Sal
3 yemas
2 huevos
1 cda. de aceite
1-2 cdas. de agua
Para el relleno:
1 atado de brócoli
1 suprema de pollo
2 echalotes
Cantidad necesaria de manteca
50 g de ricota
50 g de camembert
2 cdas. de nueces
Sal y pimienta
Nuez moscada
Para la manteca:
150 g de manteca
50 g de nueces
100 g de camembert
2 cdtas. de salvia picada
Sal y pimienta
Colocar la harina sobre la mesada, salar y formar un volcán.
Incorporar, en el centro, las yemas, los huevos y el aceite.
Integrar hasta formar una masa bien uniforme.
Si la masa resulta muy dura agregar unas gotas de agua.
Dejar reposar la masa durante media hora tapada con un lienzo limpio.
Hervir la suprema de pollo en un caldo liviano durante 10 minutos.
Dejar que se enfríe, retirar y picar con cuchillo. Reservar.
Limpiar el brócoli y blanquearen abundante agua hirviendo con sal por 3 minutos.
Retirar y pasar unos segundos por agua helada para cortar la cocción.
Reservar una taza de brócoli y el resto, secarlo y picarlo muy bien con cuchillo.
Picarlos echalotes y rehogar con manteca hasta que tome color dorado.
Procesar el camembert con la ricota y agregar el echalote. Mezclar con el brócoli, el pollo y las nueces picadas. Condimentar
con sal, pimienta y nuez moscada.
Estirar la masa con palote hasta lograr que quede lo más finita posible (aproximadamente de 2 mm de espesor.
Formar dos rectángulos de masa de 12 cm de ancho por el mayor largo posible.
Hacer dos hileras con montoncítos de relleno (dejar un espacio de 3 cm entre cada uno).
Humedecer los bordes de la masa con un poco de agua.
Colocar el segundo rectángulo por encima y presionar con el canto de la mano por alrededor del relleno (cuidar que
no quede aire por dentro).
Cortar con cuchillo, primero a lo ancho y luego a lo largo (dejar un margen de medio cm de masa a partir del relleno).
Reservar en una placa enharinada hasta el momento de cocinar.
Hervir en abundante agua con sal.
Cuando suban a la superficie, dejar 40 segundos más y retirar.
Saltear con manteca las nueces y el brócoli reservado, Agregar agua de cocción si hiciera falta.
Servir con láminas de camembert y con salvia por encima.
EL CONSEJO
Se puede preparar la pasta con anticipación y también congelar los ravioles armados sin cocinar: espolvorearlos con semolín,
colocarlos separados sobre una placa o plato y llevar al freezer. Cuando estén congelados, embolsar en porciones y etiquetar
con nombre y fecha. La pasta rellena se conserva en el freezer hasta 4 semanas y en la heladera por 3-4 días.
EL SECRETO
Para el relleno lo ideal es utilizar vegetales de estación. Se puede cambiar el brócoli por arvejas, chauchas, alcauciles
o por la parte verde de los zucchinis. El pollo se puede reemplazar por pavita o pescado. Y de los quesos son aptos desde
un mascarpone hasta un queso de cabra o provolone. Hay que procesar bien los rellenos ya que si quedan pedazos grandes se
puede romper la masa.
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