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INGREDIENTES:
2 cdas. de aceite de oliva
2 cdas. de manteca
2 dientes de ajo
1 cebolla de verdeo
1 puerro
1 kg de cebollas
2 cdas. de azúcar
1/2 vaso de vino blanco u oporto
1 y 1/2 litro de caldo de verduras o pollo
2 ramas de tomillo
Sal y pimienta
4 rodajas de pan de campo u 8 de baguette
1 taza de queso gruyere
3 yemas
2-3 cdas. de vino blanco
Pimienta
Picar chiquito el puerro, la cebolla de verdeo y el ajo. Cortar la cebolla en pluma (primero al medio y luego en láminas,
en sentido contrario a los cortes de la raíz y la punta).
Rehogar el puerro, el verdeo y el ajo en una cacerola con manteca y aceite de oliva hasta transparentar,
Agregar la cebolla y subir el fuego.
Cocinar revolviendo con cuchara de madera de vez en cuando hasta que tome color y se caramelice (20 a 25 minutos, aproximadamente).
Agregar el azúcar y salpimentar.
Cocinar durante 5 minutos.
Desglasar la preparación con el vino blanco o el oporto y dejar evaporar.
Luego, cubrir con el caldo de verduras o pollo, frío.
Y agregar el tomillo.
Dejar cocinar durante 30 minutos a fuego bajo.
En el caso de que se prefiera una preparación con consistencia más espesa y de sabor más concentrado, dejar reducir aproximadamente
una hora (otra opción es preparar sopa con textura: licuar sólo una parte y dejar otra con la cebolla.
Mezclar ambas partes.
Cortar el pan en cubos y distribuirlos cubriendo toda la superficie de la sopa.
Colocar la sopa en cazuelas o recipientes apto para horno.
Rallar el queso gruyere.
Mezclarlo con las yemas y con un par de cucharadas de vino blanco.
Luego agregar tomillo sal y pimienta.
Mezclar bien.
Distribuirla mezcla de queso, tomillo y vino por encima del pan.
Llevar el pan untado con la mezcla de queso a la parte de abajo del horno hasta que se gratine.
0 colocarlo en la parte superior del horno a 200ª por 10 o 12 minutos.
Espolvorear con pimienta negra recién molida.
Servir con la sopa.
CON HISTORIA
La sopa de cebollas se come con una tostada de pan viejo. Tradicionalmente este pan se colocaba en el fondo del bol, y
se cubría con la sopa para que se humedeciera. Muchas recetas clásicas de sopas contienen pan. También recetas europeas y
en general de posguerra en donde se aprovechaba hasta el último trozo de pan y de queso.
EL TRUCO
Cada vez que se termina un trozo de queso parmesano o similar, queda un 'culito', que en general termina seco en la heladera.
En lugar de tirarlo, yo lo reservo en el freezer cortado en pequeños trozos. Y, cuando preparo una sopa como esta, lo agrego.
El queso se disuelve y le da textura y mucho sabor a sopas, salsas o guisos.
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